Volar con seguridad es la mejor previsión que debe tener un piloto. Las altas temperaturas en la época estival incrementan la importancia de recordar ciertos factores humanos y técnicos que, aun ya siendo conocidos, pueden ocasionar dificultades durante el vuelo. Por ello, queremos ayudar a mantener el control de cada planificación y el cuidado físico y mental con este resumen “veraniego”.
Factores humanos
· Hidratación, hidratación e hidratación. ¿Repetimos?. ¡HIDRATACIÓN!. La capacidad de atención se ve lo suficientemente alterada con el calor como para deteriorar su estado por falta de líquidos. Beber antes, durante y post vuelo, ayudará a mantener mejor las aptitudes y afrontar la travesía con suficiente claridad, reduciendo situaciones de riesgo.
· Evitar las horas centrales del día, que en el caso de jornadas con altísimas temperaturas fuera de este horario, se recomienda posponer o anular la navegación. En nuestro caso, creemos que temperaturas de más de 33º C empiezan a ser problemáticas para mantener la concentración. Como breve reseña, controlar la temperatura, visualizar los inconvenientes y si es necesario, dejar el vuelo para otro día.
Performance
· Hay que tener en cuenta la Altitud de densidad. Cuanto más calor, menor densidad y peores performances. Observar las tablas correspondientes dará una idea de cómo aumentaría la carrera y la distancia de despegue. También es importante recordar que la capacidad de ascenso se verá disminuida.
· El rendimiento del motor disminuirá cuanta más temperatura ambiente haya. Vigilar los parámetros y observar la eficacia durante el vuelo, son algunos de los preventivos más importantes.
· Previsión de combustible, ya que el al alterarse el comportamiento del avión por la densidad, se produce más consumo.
Ser precisos en estos puntos básicos asegura un buen rendimiento profesional y ayuda a tener control durante el vuelo. Así que pongamos en práctica nuestros recursos y disfrutar el verano.. ¡volando!.
B-Mític.